LAS MEDRANAS, San Pedro de Alcántara (Marbella)
Al Parque de las Medranas en San Pedro de Alcántara le puede pasar algo similar a lo que pasó con el Campo del Moro en Madrid. Que, a pesar de que la ciudad se encuentre con un curso de agua y un desnivel importante y decida crecer hacia el Este, en algún momento se vislumbre la oportunidad de crear un pulmón verde aprovechando las magníficas condiciones naturales existentes.
El ámbito de Las Medranas ocupa aproximadamente 34 Hectáreas y se sitúa en el margen Oeste de la trama urbana de San Pedro de Alcántara, a poco más de 1 kilómetro de distancia de la Plaza de la Iglesia, centro simbólico de la ciudad. Sin embargo su presencia real en la vida urbana es escasa debido a varios factores como son:
1- La deficiente comunicación desde la ciudad, tanto peatonal como rodada, con Las Medranas, que se entiende como una “isla” de difícil acceso.
2- La articulación de los bordes del parque con el tejido existente. Con un margen Este prácticamente anulado (siendo este el límite urbano), el borde Sur cegado con el edificio del campo de tiro “San Pedro Golf” y al arco de ingreso al mismo, el borde Oeste con las villas del golf y las urbanizaciones de viviendas unifamiliares y pequeñas huertas dando la espalda y cortocircuitando cualquier posibilidad de continuidad urbana y el límite Norte que rechaza la puesta en valor de los arroyos que nutren al embalse de Las Medranas.
3- La particular orografía del ámbito del parque, que se encuentra en un valle 16 Metros por debajo del borde urbano tanto a Oeste como al Este (siendo este último más notable al dificultar la relación con el centro urbano)
4- La geometría en planta de Las Medranas, parque esencialmente longitudinal en el eje Norte-Sur y con significativas diferencias de “espesor” Este-Oeste que dificultan su cosido urbano con lo existente (aunque se interpretan como áreas de oportunidad del proyecto).
5- La compleja variedad de sus componentes, que van desde taludes con una pendiente del 15%, plataformas vegetales de gran extensión, frondosas masas boscosas de eucaliptus, un campo de tiro de golf, equipamientos deportivos y sociales, cauces de arroyos de gran interés, lenguas de tierra que avanzan hacia el agua embalsada (e incluso islas) y, desde luego, la magnífica presencia del embalse de 8,5 Hectáreas y con su imponente presa de 12 metros de altura.
Todo ello compone un panorama de interesantísima complejidad donde las bondades del futuro parque “per se” habrán de conciliarse con la necesidad de sutura urbana. De tejido con la ciudad como organismo vivo y continuo.
Proyecto en colaboración con CITEREA